31 diciembre 2016

(Breve) balance de 2016


Bueno, pues ya se nos escapa 2016, un annus horribilis en muchos, muchísimos aspectos, pero sin duda sobre todo para los amantes de la música, que hemos visto cómo nos dejaban, uno tras otro, algunos de los músicos más grandes del siglo XX. Se acaba pues el año, y es momento en Forestalia de hacer balance de lo que ha dado de sí este 2016, como ya hicimos en 2011, 2012, 20132014 y 2015).

En lo que es el blog, el año no ha sido precisamente para tirar cohetes. Con esta, 11 han sido las entradas que he publicado este año, por lo que no he podido revertir la tendencia a escribir cada vez menos. Eso sí, 5 de esas entradas han sido en los últimos meses, ¡así que no perdamos la esperanza! Normalmente hacíamos un repaso de las 5 entradas más leídas de entre las publicadas ese año, pero con tan pocas entradas, no es difícil quedar entre las 5 primeras, la verdad. Aun así, no rompamos la tradición, aquí os dejo con el Top 5 del año:

Trudeau, los esteroides y el incendio de Fort McMurray
Durante el mes de abril, un tremendo incendio obligaba a desalojar a 80.000, toda la población de la ciudad canadiense de Fort McMurray. En el cruce de declaraciones posteriores sobre si el incendio podía atribuirse o no al cambio climático, el primer ministro canadiense Justin Trudeau, nos sorprendía con una explicación bastante coherente de las diferencias entre patrones a largo plazo y eventos concretos.



Una entrada en la que inauguré un nuevo formato: compartir un vídeo que había encontrado en la red, tras añadirle subtítulos en castellano. De esta manera quería hacer accesible al público hispano algunas verdaderas joyas que muestran facetas de la historia del sector forestal interesantes pero tal vez algo desconocidas. Dicho formato ha seguido en un par de entradas más, con buenos resultados, y en los próximos meses seguiremos traduciendo y compartiendo vídeos.


El éxito de esta entrada me confirma que, efectivamente, era el eterno tema pendiente. Y es que por la temática que solemos tratar por aquí, no podíamos pasar un año más sin hablar del cómo, porqué y cuándo las hojas de los árboles caducos cambian de color con la llegada del otoño. Y además, una nueva visita a Canadá me permitió ilustrar la entrada con imágenes espectaculares.


Cuando el bosque se emborracha
Un fenómeno tan curioso como desconocido por la mayor parte de la gente (incluido yo hasta que escribí la entrada): el drunken forest, o bosque borracho. No quiero desvelar la causa que hace que los árboles se inclinen como si se hubieran pasado con los gintonics, pero podemos decir, sin hacer spoiler, que el cambio climático anda entre los responsables.

Documentalia Forestal: nueva sección en Forestalia
La gran sorpresa del año, vuestro regalo de Navidades. Una entrada sencilla, en la que simplemente exponía mi intención de recopilar los documentales forestales que se han publicado en los últimos años, y publicada hace soólo 5 días, no sólo se ha convertido en la entrada más leída de 2016, sino que se ha colado entre las más leídas de la historia del blog. Señal de que, verdaderamente, hacía falta un repositorio de documentales forestales. Pero si estoy contento con la repercusión de la entrada, lo estoy más aún con los primeros comentarios que han llegando, sugiriendo como os pedía nuevas propuestas para completar la lista. Estoy convencido de que entre todos podemos hacer de está sección todo un éxito.

La actividad también ha sido algo más reducida en Facebook, aunque hemos seguido compartiendo las notícias, videos y artículos de temática forestal que me parecían interesantes. Tras tres años seguidos doblando el número de seguidores, estaba claro que el ritmo no se podía mantener, pero aún así somos 700 seguidores más que al año pasado. En marzo celebrábamos el hito de llegar a 2000 seguidores regalando una lámina, y  a fecha de hoy hemos superado ya la nada desdeñable cifra de 2500 seguidores! ¡Si es que es para quereros!

Y por último, he seguido colaborando en el gran proyecto que es Principia, aunque a un ritmo también más bajo de lo deseado. Este año no he publicado en la revista en papel, pero sí que he escrito dos artículos para la web, ambos sobre incendios forestales ("Arde el norte", en enero y "La Masía de los yayos", en agosto). Espero seguir teniendo tiempo para esta joya de la divulgación.

Dejando aparte el blog, el año pasado me hice públicamente una serie de propósitos, y prometí contar por aquí si los había cumplido. Seré breve, pero empecemos por los fracasos: a pesar de mi compromiso, sigo, un año más, siendo un absoluto analfabeto en estadística bayesiana. Fail. Otro de mis propósitos de año nuevo fue aprender a escribir a máquina. Aquí sí que he sido disciplinado y durante bastante tiempo he seguido a diario los cursos de Typing.com, con lo que he mejorado sustancialmente tanto en velocidad, como en precisión. Sin embargo, a la hora de la verdad, cuando necesito ser rápido, reconozco que sigo escribiendo con dos deditos. Queda pendiente, por lo tanto. ¿Quizá para 2017?

Este soy yo cada nochevieja. Pero ey, este año SÍ va a ser diferente!

Lo que sí que he cumplido a rajatabla es la propuesta de monitorizar todos los artículos que leía. Por segundo año, me uní a la iniciativa #365papers, sabiendo de antemano que no iba a llegar a esa cifra ni de lejos. Y aunque no he compartido todo lo que leía en Twitter, este año al menos no he abandonado la iniciativa a mitad de curso, como el año pasado, y si bien me he quedado en 75 papers, sí que he cumplido con el propósito de anotar los metadatos de lo leído (autores, revista, año de publicación...). El análisis de estos datos no es que me haya deparado ninguna sorpresa, pero sí me ha hecho más consciente de lo que leo y cómo lo leo. En breve habrá una entrada dedicada específicamente a esto.

Y si bien en cuanto al blog y la divulgación online ha sido un año relativamente poco productivo, en lo profesional ha sido, sin ninguna duda, mi mejor año. Aparte de poder volver a Españistán a hacer lo que más me gusta, ciencia (aunque esto ocurrió a finales de 2015), este año ha sido verdaderamente productivo, tanto en artículos publicados, como en proyectos en marcha. Además, como no se decir que no, este año también me he dejado liar para varias iniciativas, como ser jurado de los Premios Universitarios de la Sociedad Española de Ciencias Forestales o formar parte del Comité Científico del próximo Congreso Forestal Español, que se celebra en junio del año que viene en Plasencia.

Así que en los meses que vienen estaremos bastante ocupados, me temo. Espero que no se note (aún más) en Forestalia, y poder mantener un ritmo de actividad digno.  Ese es mi propósito para el nuevo año.

En cualquier caso, ¡muy feliz año para todos! ¡Nos seguimos leyendo!

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